En algunas tareas o proyectos estamos tan preocupados por perfeccionar los detalles, que nos enredamos en afinar y pulir, el trabajo nunca se termina y sencillamente no avanzamos. Es el bloqueo por perfeccionismo, y es más frecuente de lo que parece.
Hay personas para las que realmente es un problema. «No terminan de rematar» y se enzarzan con los detalles, desgastando energía y un tiempo que no tienen, puliendo y corrigiendo pequeñas cosas que en el fondo no aportan lo que ellos creen. Digo “ellos” pero a mí esto me ha pasado en bastantes ocasiones. Creo que todos hemos hemos estado ahí, alguna vez
Este bloqueo te obliga a derrochar energías, te hace más lento e ineficiente, te llena de dudas, y no te proporciona la satisfacción que da el trabajo hecho y terminado. Ese “bloqueo” genera además una sensación de agobio creciente. Porque ves que los plazos se te echan encima y lo que tienes que hacer no está como a ti te gustaría.
En realidad el problema sobreviene cuando en la búsqueda de la excelencia nos despistamos del objetivo real. La malinterpretamos y nos lleva a desesperarnos por pequeños detalles que no aportan y nos convertimos en esclavos del detallismo y del perfeccionismo. ¿Cómo evitarlo?
ACEPTA EL ERROR
Hagas lo que hagas, los errores siempre van a estar ahí. El concepto de “defectos cero” no existe ni existirá. Hay que cuidar, eso sí, que no haya errores en el corazón de lo que hagas y en los detalles que sí cuentan. Porque sí hay detalles que aportan.
TEN CLARO EL OBJETIVO
Ten presente cuál es el propósito de la tarea o el trabajo que estás a punto de empezar. Qué buscas y qué persigues con ese proyecto. Qué es lo que tienes que hacer para darlo por cerrado. Si no lo sabes, es facilísimo dar vueltas y vueltas retocando aquí y allá.
IDENTIFICA PUNTOS CLAVE
Analiza la tarea o el proyecto que tienes delante y detecta los puntos importantes para distinguirlos claramente de los detalles y extras. Preocúpate y esfuérzate por las cosas que de verdad tienen peso. No olvides nunca la diferencia entre el tengo, el debo y el puedo. Saturar algo no significa hacerlo mejor.
LOS DETALLES, AL FINAL
Arranca a hacer la tarea y ve hacia adelante. No te pares de momento a afinar y pulir. Haz de momento el 80-90% de la tarea y reserva un tiempo al final para los retoques. Como te enzarces a corregir y retocar según lo vayas haciendo, la tarea se volverá interminable.
LA EXPERIENCIA HABLA
Cuando aprendes de cómo haces las cosas, aprendes a detectar por adelantado las cosas en las que sí merece la pena afinar, y aquéllas que en el fondo son irrelevantes. Por eso es tan tan tan importante aprender de la experiencia propia y reinvertirla en la siguiente tarea.
¿NECESITO ESTO?
Si te encuentras a ti mismo exigiéndote más o añadiendo cosas a tu tarea o a tu proyecto, para y pregúntate: ¿necesito esto de verdad? ¿Qué me pasará o le pasará al proyecto si no lo incluyo? ¿Es absolutamente necesario?
TEN UN MOMENTO «CHECK»
Es un momento (una determinada hora, un día de la semana o del mes) donde te preguntarás si has igualado el resultado que te habías propuesto al principio. Si es así hay que darlo por cerrado y terminado y pasar a la siguiente tarea o proyecto
Muchas veces no somos conscientes de ello, pero caemos en el bloqueo por perfeccionismo. Esa preocupación malsana por los detalles termina por paralizarte e impactar toda la cadena de trabajo que te está esperando.
El perfeccionismo descontrolado te hace estar más pendiente de lo minúsculo, pierdes perspectiva y no le prestas atención a otros detalles que sí cuentan. Te hace trabajar de forma desenfocada, perdiéndote lo importante.
Te propongo que termines de leer estoy y te pongas el reto hoy, te terminar una tarea importante para tu empresa, ... sin tanto perfeccionismo, considerando solo lo que realmente le agregue valor.
Que tengas una buena semana.
Daniel Villada
CEO - SOSEMPRESA
Fuente: Thinkwasabi
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